Todos en la escuela admiran a Pablo por su valentía cuando surfea. Para Tania su amigo es un superhéroe, orgulloso de su habilidad física, capaz de surfear sobre enormes olas o lanzarse desde una avioneta en un paracaídas. Pero lo que no sabe Tania es que Pablo, como cualquier otro niño, también tiene miedos y puede llegar a asustarse con una sorpresa que ella le prepara con todo su cariño.